* En los próximos años México requerirá de personal altamente especializado en su sector productivo e industrial
Por Erick Galicia Lozano
México, 12 Ago (Notimex).- Lo primero que deben poner los jóvenes en su futuro es un posgrado, ya que para los próximos años México requerirá de personal altamente especializado y solo quien se prepare para ello tendrá el acceso a un mejor empleo.
Así lo señaló la directora adjunta de Posgrado y Becas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Dolores Sánchez Soler, en el marco del Primer Foro Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
En entrevista con Notimex, la especialista destacó que hoy México vive un momento clave en el que debe aprovechar el potencial científico que puede desarrollar, ya que la ciencia y la innovación serán clave para los países que se convertirán en líderes en los próximos años.
Destacó que muestra del potencial que guarda este sector es el flujo de talento que se da entre México y otros países mediante el intercambio de estudiantes a través de los programas de becas, de los cuales el de Conacyt tiene actualmente un registro de 65 mil becarios a nivel nacional.
Recordó que para el otorgamiento de dichas becas, las instituciones que participan debieron ser evaluadas primero en el Programa Nacional de Posgrado de Calidad (PNPC) lo que garantiza la calidad de contenido como de condiciones para brindar dichos estudios de estudios superiores.
Como resultado de ello, México tiene actualmente un promedio de cuatro mil estudiantes extranjeros aprovechando programas de estancia para cursar sus maestrías y doctorados, y que han volteado su mirada a nuestro país dado el potencial que tiene en materia de biodiversidad y sustentabilidad.
Por su parte, la cantidad de mexicanos que acuden al extranjero para hacer un posgrado es de cerca de siete mil 500 becarios, de los cuales el 50 por ciento acude a Reino Unido y Estados Unidos, principalmente.
Sánchez Soler aseguró que lo anterior refleja un importante flujo de ida y vuelta en ambos sentidos, de jóvenes que salen del país pare profesionalizarse y de extranjeros que acuden a México para especializarse, lo que revela un futuro prometedor.
Y esto, dijo, es el resultado de un importante cambio que se ha producido en el mercado laboral tanto de México como del mundo, lo que ha favorecido un importante cambio en el que ya no se da una “fuga de cerebros”, sino que se produce un intercambio de talentos.
Y es que “cada vez más los egresados de una maestría o de un doctorado se insertan no solo en la parte tradicional, que eran las universidades o los centros de investigación, sino en el sector productivo en empresas tecnológicas e industrias especializadas”.
Explicó que, de acuerdo con estudios realizados por el Coneval, en México y el Centro REDES, en Argentina, hoy “nuestros becarios tardan aproximadamente seis meses en ubicarse en un trabajo una vez concluido el posgrado”, lo que representa un tiempo muy razonable.
Además, de los egresados, cerca del 16 por ciento se va al sector productivo, lo que demuestra que no todos terminan como académicos en centros de investigación o de estudios superiores, sino que están explotando su potencial en nuevas fuentes de trabajo donde se requiere personal de alta especialidad.
La especialista reveló que para fortalecer aún más la oportunidad de trabajo para quienes terminan un posgrado, hoy el Conacyt cuenta con un programa con el cual se lanza una convocatoria con los consejos estatales de ciencia y tecnología denominado “Incorporación de Maestros y Doctores en la Industria”.
Mediante este programa se otorgan entre 100 y 120 becas al año en asociación con empresas, el Conacyt y los Consejos estatales, y en el cual se otorga un apoyo económico del cual la mitad es otorgado por las empresas como salario y la otra mitad lo paga el Conacyt como una beca.
El objetivo es dar oportunidad a maestros y doctores de adquirir experiencia laboral y aportar sus conocimientos al sector industrial, de manera que la empresa resulta beneficiada al contar con personal altamente capacitado que le agrega valor a sus productos.
Al final, dijo, el 82 por ciento de los becarios continúan trabajando y se quedan en las empresas mientras que el 18 por ciento van a otras empresas o emprenden por si mismos una empresa y quienes tienen maestría regresan a la academia a tomar un doctorado.
Ante este escenario, la doctora recomienda a los jóvenes a “poner el posgrado en su futuro”, toda vez que “ese es el futuro de México y el Mundo”, toda vez que los países hoy requieren de grandes capacidades científicas “y no solo en instalaciones, sino también en las personas”.
Por su parte, la asesora de Cooperación Internacional en el Conacyt, Gloria Lucía Valencia Mejía, recordó que México tiene alrededor de 50 convenios con diversas universidades de por lo menos 12 países en todo el mundo.
Aseguró que muchos de esos convenios se basan en el potencial que tiene cada país, de manera que hoy quienes buscan una beca se cercioran de que el país que la ofrece tenga un potencial en la materia que se desea profesionalizar.
“Por ejemplo, muchos acuden a estudiar maestría y doctorado de robótica y nanotecnología en países como Reino Unido, Japón y Estados Unidos, mientras que cuando se trata de energía se enfocan a universidades de Alemania y Australia”, explicó.
En el caso de México explicó que el mundo voltea a ver su potencial para generar alimentación, así como su riqueza en biodiversidad y variedad climática para acudir a especializarse en biotecnología, agrotecnología, ciencias marinas y otros de esa naturaleza.
Reconoció que, como resultado de este flujo de conocimiento y especializaciones, en México se está desarrollando un mercado importante de alta especialidad, por lo que en un futuro cercano la demanda de especialistas será más que evidente.
Antes, dijo, si se daba una fuga de cerebros por la falta de oportunidad de trabajo en el país, “pero ahora en este mundo globalizado tenemos investigadores y especialistas en todas partes del mundo”.
Como resultado de esta revolución “mucho del talento que se forma en otros países ya no se queda en el país donde recibe la formación, sino que es identificado y se canaliza para atender las necesidades científicas que hoy en México están comenzando a cobrar fuerza”, concluyó.