- Avaló recortar 50% presupuesto de partidos políticos y abaratar el costo de la democracia; el PRI quería mantener sus privilegios.
Xalapa, Veracruz., 12 de Mayo de 2020.- El dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Marlon Ramírez Marín, sacó de nuevo el lado oscuro que distinguió al priismo nacional, y ha amenazado públicamente con expulsar al diputado local Antonio García Reyes por haber votado a favor de reducir en 50 por ciento, el derroche presupuestal que año con año se ejerce en Veracruz, a través de las prerrogativas a los partidos políticos.
Bastaron unas horas, para que Marlon Ramírez, ex funcionario duartista, arremetiera contra el suplente del finado diputado cenecista, Juan Carlos Molina Palacios, pues ya había pactado con Acción Nacional (PAN), votar por mantener el alto financiamiento público a los partidos políticos, frenando la reforma electoral propuesta por la bancada de MORENA.
Acorde a su formación política, el líder priísta no entiende los nuevos tiempos de la política ni mucho menos, la libertad que tienen los diputados locales de disentir los intereses partidistas, si estos no implican beneficio alguno para la población.
Antonio García Reyes votó a favor de la reforma electoral en la Sesión de este martes en el Congreso de Veracruz, con lo cual no sólo se redistribuirán 177 millones de pesos que se daban a los partidos políticos para infraestructura médica, educativa y obra pública, sino también se reducirá el costo de las elecciones y la burocracia del OPLE.
También votó porque los periodos de los ayuntamientos no se desfasen de las elecciones de diputados locales y gobernador, ahora serán mandatos de tres años, lo que también evitará el derroche presupuestal y operativo que implica la renovación cada cuatro años.
Con lo que aprobó García Reyes, vendrán cambios políticos electorales muy interesantes para Veracruz, acorde a la legislación federal en materia electoral y sobre todo, cumple con su mandato de velar por los intereses de los veracruzanos, cansados de que los partidos políticos vivan y roben del erario público.
Marlon Ramírez tendrá que adaptarse a la nueva realidad de Veracruz, dejar los lujos y privilegios que obtiene como dirigente estatal y empezar a trabajar para que su partido recupere la credibilidad ciudadana, sin embargo, está dejando un precedente negativo al oponerse a la reducción de las prerrogativas de partidos, añejo reclamo de la sociedad, y amenazar con expulsar a un diputado local, que es representante del pueblo, no de los intereses personales y partidistas.
Con esta actitud, Marlon Ramírez mermará la representación de su propio partido en el Congreso de Veracruz, donde la sociedad con su voto castigó al PRI por precisamente alejarse de los intereses del pueblo; la historia se repetirá y el Revolucionario Institucional podría perder el registro en las próximas elecciones concurrentes.
