Luis Ortiz
La problemática de la violencia contra las mujeres en Veracruz persiste de manera alarmante, como evidencian las 85 quejas recibidas solo en diciembre por el organismo Prolibertad y Derechos Humanos.
José Evaristo García Silva, subdelegado de la organización, señala que esta cifra subestima la realidad, ya que muchas víctimas no denuncian.
Estima que anualmente atienden a al menos 800 mujeres afectadas por diversos tipos de violencia, principalmente física y psicológica.
La crudeza de los casos reportados destaca la prevalencia de golpes y cachetadas, revelando un patrón de abuso físico que busca imponer la supremacía del hombre sobre la mujer.
La violencia psicológica también se manifiesta de manera alarmante, con intentos de hacer sentir a las mujeres que carecen de valor.
García Silva enfatiza que estos 85 casos son solo una fracción de la realidad, limitada por la falta de denuncias.
La situación se agudiza en colonias con bajos niveles de educación y recursos económicos escasos, como la Pochota y Las Caballerizas.
La pareja se revela como el principal agresor, ejerciendo el abuso en el entorno doméstico. La falta de cultura y educación contribuye a la normalización de estos tratos degradantes hacia las mujeres, donde el varón busca imponer su jerarquía.
Ante este escenario, el organismo Prolibertad y Derechos Humanos brinda apoyo crucial a las mujeres afectadas, ofreciendo asesoría jurídica y atención psicológica.
Su objetivo es romper el ciclo de violencia y respaldar a las víctimas en el proceso legal contra los agresores.
Enfrentar este problema exige no solo acciones paliativas, sino también un esfuerzo conjunto para abordar las raíces culturales y educativas que perpetúan la violencia de género en la sociedad.
