La especialista Alicia Delgadillo Ruano resaltó que desde la edad preescolar y hasta la pubertad, niños y adolescentes podrían padecer un síndrome de dolor óseo que puede estar asociado a múltiples causas.
La endocrinóloga pediatra del Hospital de Pediatría del IMSS Jalisco agregó que un conjunto de dolores que sufre el niño durante la infancia, “pueden empezar desde los cuatro a los 14 años, incluso esto en niñas puede extenderse hasta los 16 años de edad y en los hombres hasta 18 años”.
Añadió que esta sintomatología se había asociado al propio desarrollo físico del infante, sin embargo, “no tenemos una causa precisa de qué los ocasiona”.
Comentó que al presentarse en la infancia se asociaba al crecimiento, sin embargo, “hay muchos estudios que dicen que no son imperativos del crecimiento, es un síndrome que es multifactorial, por muchas cosas les duelen los huesos a los niños”.
Señaló que anteriormente se asociaba al crecimiento físico, toda vez que el hueso puede crecer más rápido que otras estructuras adyacentes como los músculos y ligamentos, y esto puede jalar la capa más delgada del hueso y ocasionar dolor y sensibilidad.
Manifestó que incluso entre 10% y 30% de la población infantil puede presentar en algún momento de su vida dolor en extremidades.
Afirmó que tiene diversas características como el hecho de que se presenta por las noches, es simétrico o bilateral, normalmente afecta huesos largos con predomino en las piernas, y puede aliviarse con el suministro de analgésicos, calentamiento o masajes.
Mencionó que este síndrome no suele acompañarse de otros síntomas como fiebre, inflamación articular, cambios de temperatura y no es localizado, se trata de un dolor que refiere el niño recorre su pierna o brazo.
“Este diagnóstico se tiene que hacer por exclusión, un niño que le duele sus piernas debe ser revisado por el pediatra, él le hará preguntas, revisará sus articulaciones, y corroborará si se caracteriza por quitarse en el día y no limitar la movilidad”.
Destacó que es importante descartar factores como la artritis reumatoide o juvenil o el arco caído del pie que requiere de tratamientos como plantillas, “de ahí que el diagnóstico debe ser diferenciado o de exclusión”.
Puntualizó que la edad más frecuente de presentación de este síndrome suele ser entre los seis y los 10 años, con una tendencia ligeramente mayor en las niñas.
Notimex