Por Luis ORTIZ/
Un ritual de año nuevo que los veracruzanos llevan “casi” al pie de la letra durante el día último de cada año es usar determinada ropa interior, específicamente calzones rojos o amarillos nuevos, que deben ser obsequiados para tener mejor efecto, dependiendo de lo que se busque para los siguientes 12 meses, amor o dinero; dichas prendas incrementan sus ventas hasta cuatro o cinco veces entre el 28 y 31 de diciembre.
Ya sea por verdadera creencia o por diversión, los días previos al año nuevo se pueden ver aparadores donde los chones, el amarillo y el rojo, en las más diversas presentaciones; desde las tradicionales pantaletas, bikinis y tangas hasta shorts o boxers, los cuales pueden tener precios accesibles de 45 pesos en los puestos del centro hasta 400 pesos si son de una marca internacional y provienen de una tienda de renombre.
Un establecimiento ubicado en la zona de mercados del puerto de Veracruz exhibe una gran variedad de modelos en un día de buena venta puede vender hasta 800 calzones, sobre todo el último día del año.
Por su parte, Minerva Sulvaran, que mantiene un negocio de venta de ropa en el centro histórico de Veracruz, trae una gran cantidad de prendas rojas y amarillas, pero este 2022 las ventas no han sido las mejores.
«Mira anteriormente te podría decir que eran más las mujeres, ahora ambos, casi un 60 por ciento ellas y un 40 por ciento ellos, aunque lo hacen de manera discreta si los varones ya compran más los chones rojos y amarillos.
A decir de la señora Carmen Rojas la tradición señala que es de buena suerte regalar lencería roja o amarilla, por lo que se pone de acuerdo con su mamá y se unen a este ritual; «de hecho yo uso el amarillo porque siento que sí me ha traído abundancia y trabajo, así que cada año lo hago porque no me perjudica hacerlo y sí puede acarrear cosas buenas» dijo.
