Este Pueblo Mágico se encuentra en la Sierra Norte de Puebla, a más de mil metros de altitud y a 174 kilómetros de la capital del estado. Es un paraíso oculto entre helechos gigantes y cascadas. Tiene casonas blancas y rojas, con muros gruesos y anchos aleros. Y mucho más por descubrir:
Su nombre original era Quetzalan, «lugar donde abundan los quetzales». Estuvo poblada por quetzales de colores maravillosos, cuyas plumas eran tributo para el pueblo mexica, en tiempos del emperador Axayácatl.
En 1522 fue conquistado por los españoles. Lo evangelizaron los franciscanos, quienes le llamaron San Francisco Cuetzalan. Perteneció a Zacapoaxtla hasta 1985; se le nombró ciudad el 4 de octubre de 1986.
Entre sus construcciones más interesantes está la Parroquia de San Francisco. Comenzó a construirse en el siglo XVII. A principios del siglo XIX se le agregó un reloj. Su torre es la más alta del estado. Si vas a la misa dominical de las 12 la escucharás en náhuatl.
También debes conocer el Santuario de Guadalupe. De estilo neogótico, se le llama la «Iglesia de los Jarritos» porque su torre está decorada con pequeños jarros de barro. Se inspiró en la basílica de Lourdes, en Francia.
El Palacio Municipal es de estilo neoclásico rústico. Su diseño emula a la basílica de San Juan de Letrán en Roma. Cuenta con una réplica de la escultura de Cuauhtémoc que está en Paseo de la Reforma.
Otros edificios interesantes son el Museo Etnográfico Calmahuistic, con piezas arqueológicas de Yohualichan, y la Casa de Cultura, que fue casa de máquinas y desde 2002 alberga el museo local.
Pero si hay algo sabroso en Cuetzalan es su gastronomía. Debes disfrutar sus tlacoyos con alverjón cocido, acompañados con salsa picosita; su sopa de hongos, el chipozonte y las acamayas que provienen de sus ríos. No dejes de probar el yolixpan, bebida de aguardiente con hierbas.
También son muy apreciadas sus artesanías. Prendas fabricadas en telar de cintura, como sarapes, chales, jorongos, cambayas, cortinas y rebozos. O los trabajos de madera: muebles, cruces, tambores, teponaxtles, sonajas y máscaras.
Tampoco puedes perderte los alrededores de Cuetzalan. Como la Zona arqueológica de Yohualichan, que habitaron otomíes y totonacas, quienes edificaron una ciudad gemela a El Tajín.
Y hay unas quince cascadas. Como las Brisas, el Salto, las Hamacas, Corazón del Bosque, las Golondrinas, Tres caídas, Taxipehuatl, Velo de Novia, Atepatahua, Cola de Caballo, la Escondida, el Ixtakat. Y cerca de diez grutas: Atepolihui, Aventura, los Corales, Chichicazapan, el Chivostoc, Alpazat, Tepalehuate, las Cortinas, Tenexpetec, las Ollas del Tesoro y la Garganta del Diablo.
En Cuetzalan también se produce uno de los cafés más aromáticos y reconocidos del país.
¿Qué más conoces de este increíble lugar?
