Claudia Santillán, especialista de empresa biotecnológica, afirmó que representa una de las principales causas de contaminación urbana
“El aceite vegetal usado es una de las sustancias que más dificulta y encarece el tratamiento de las aguas residuales, por lo que su correcto acopio evita el taponamiento del drenaje”, mencionó Claudia Santillán de la empresa Ecoo Soluciones Biotecnológicas, al impartir una conferencia en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana (UV).
El evento, organizado por el Fondo de Empresas UV y la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (Cosustenta), ocurrió en el marco del Programa Institucional de Consumo Responsable y Manejo de Residuos, y la Jornada “Empoderando entornos alimentarios sustentables”, dirigidos a personal de cafeterías, comedores y locales vinculados con la comunidad universitaria.
Al dictar el tema, la ponente explicó que el aceite vegetal usado ha sufrido cambios con respecto al original y proviene de cualquier establecimiento o lugar donde generen o elaboren productos de comida.
Representa una de las principales causas de contaminación a las aguas residuales urbanas, pues una vez usado suele verterse a la red de alcantarillado, lo cual provoca malos olores, obstrucción de las cañerías, proliferación de fauna nociva como ratas y cucarachas, y vectores de diversas enfermedades.
Si no se realiza una gestión adecuada de este residuo, contamina los mantos acuíferos, degrada el medioambiente y es elemento de acumulación de agentes cancerígenos en la cadena alimenticia del ser humano.
Claudia Santillán explicó que este aceite se puede reciclar a fin de evitar la contaminación, pues por cada litro vertido al drenaje se dañan mil litros de agua.
Para reutilizarlo, se debe esperar a que se enfríe y posteriormente introducirlo en una botella de plástico, después llevarlo a un centro de acopio regulado por las autoridades ambientales correspondientes.
La conferencista comentó que entre los usos que se le puede dar, se encuentra la creación de biodiesel, jabones, ceras, pinturas e incluso alimentos para animales.
“Transformado en biodiesel promueve el uso de energías alternativas y renovables, lo cual reduce hasta un 80% la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera”, puntualizó.
