Luis Ortiz
La tensión comercial entre Estados Unidos y China ya muestra efectos negativos en México, principalmente en el sector automotriz, advirtió Marco Antonio Sansores Ramírez, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales del Puerto de Veracruz.
Explicó que algunas plantas automotrices en el país han comenzado a aplicar paros técnicos como resultado del conflicto arancelario entre las dos principales potencias económicas del mundo.
“Sí va a impactar en el mercado, particularmente en el ramo automotriz, que es uno de los más sensibles a las cadenas de suministro internacionales. Ya hay incertidumbre y algunas armadoras han detenido temporalmente operaciones”, expresó.
A pesar del panorama complicado, Sansores Ramírez se mostró confiado en que las tensiones lleguen a su fin en el corto plazo, debido a la estrecha relación comercial entre ambos países. Consideró que una confrontación prolongada resulta insostenible.
China, destacó, es la principal potencia manufacturera del planeta y cuenta con herramientas de presión importantes; sin embargo, también depende del mercado estadounidense, al igual que las inversiones de Estados Unidos en territorio chino.
“No creo que se trate de un conflicto permanente. Son potencias interdependientes y, aunque hoy el presidente Trump pausó por 90 días los aranceles para algunos países, no para China, creo que es un primer paso hacia una negociación global”, opinó.
El presidente de los agentes aduanales en el puerto veracruzano subrayó que la guerra comercial no representa una ganancia para ninguno de los involucrados, ni para sus socios, como es el caso de México.
“Creo que ambas naciones están midiendo fuerzas, pero es una batalla que nadie puede ganar a largo plazo. Lo mejor sería que pronto entren en razón y se establezca un acuerdo que traiga estabilidad para todos los mercados involucrados”, concluyó.
