Por LUIS ORTIZ/
Aunque son ya pocos quienes venden los guajolotes “de pie” es decir vivos para poder ser cena de navidad, quienes se dedican a comerciarlo en esta época decembrina dijeron que la gente solo mira al “totol”, pero que sus ventas han estado bajas.
El señor Pedro García, un vendedor que está en las afueras del mercado Unidad Veracruzana, dijo que los guajolotes los vende en 600 ó 750 pesos y alcanzan un peso de 7 a 10 kilogramos, pero desde el sábado pasado no ha vendido otro más.
“La crisis está de la chingada, la gente no tiene dinero”, dice un hombre que desde el vientre de su madre creció entre la venta de aves para sacrificio, principalmente de personas que de esa manera buscan ahorrarse un poco de dinero.
Él mismo no acostumbra hacer cena para Navidad: “Nosotros casi no, con lo que Dios nos dé, nada más. Lo que importa es estar felices y contentos, tener salud más que nada”.
El pasillo donde vende sus aves está vacío, sin movimiento de gente que vaya hacer sus compras para la cena de Navidad que está a unas horas.
“A veces no vendemos ninguno”, dice, cuando recuerda que el sábado fue el día que vendió el último guajolote.
“Ha empeorado la situación, hace unos años estaba un poquito más o menos, no han subido los precios, ya estuviera aquí el ambiente, pero no hay nada.
Vender seis guajolotes hasta hoy 24, uno por día, es a lo que pudo aspirar.
En la misma zona de mercados se puede ver mucho movimiento y cuando justo se acercan unos posibles clientes comentaron que el precio del guajolote no era nada económico, por lo que mejor cenarían otra cosa que rinda mas para una familia integrada por 8 personas.
“Siempre, en lugar de pavo preparamos pollo relleno, pozole y ponche, es lo que tradicionalmente cenamos”.
La señora Marina dijo que pensó este año en cenar pavo, pero por el precio que va desde los 500 o 700 pesos, les hizo abandonar la idea.
“No hay dinero, todo está muy caro, el dinero no alcanza porque las cosas están caras”, dijo la ama de casa.
