Descubre qué usos esotéricos y en rituales puedes darle a este alimento tan común.
La avena es uno de los alimentos más comunes y saludables, sobre todo para el desayuno. ¿Quién no hacía berrinche desde niño cuando nos lo servían nuestros padres? Pero a pesar de eso, tiene extraordinarios beneficios no sólo a nivel nutricional, sino también esotérico.
Es un grano sumamente versátil no sólo para elaborar recetas culinarias que son muy buenas para nuestro cuerpo, sino también para varios tratamientos de salud que cuidan nuestra piel, cabello y un largo etcétera.
Además de contener un alto nivel de fibra soluble e insoluble, aporta carbohidratos, proteínas, vitamina B, vitamina E, potasio, calcio, magnesio y minerales como el zinc y el hierro
Consumir avena regularmente nos ayuda a mejorar nuestro sistema digestivo, el sistema circulatorio, incluyendo pulmones y corazón, además de fortalecer nuestro sistema inmunológico. Controla los triglicéridos, el azúcar en la sangre, depura toxinas que nuestro cuerpo no necesita…
Sirve para tratar diversos males como problemas en la piel, malestares estomacales y como diurético, haciendo naturalmente que los riñones excreten más sodio a través de la orina. Puede usarse en el tratamiento para la insuficiencia cardíaca y hepática, así como para los cálculos en los riñones
Entre otras múltiples maravillas, facilita la digestión, la pérdida de peso, evita el estreñimiento, reduce el hambre y todo mientras ayuda a proteger el corazón, previniendo la hipertensión y bajando niveles del colesterol malo y los triglicéridos antes mencionados.
Pero además, la avena puede usarse en tratamientos de belleza, como para hacerse mascarillas para tener una piel más tersa, aliviar la resequedad y la inflamación de la piel. Remueve también impurezas y suciedad del cabello, nutriendo y suavizando el cuero cabelludo
La avena, al igual que el trigo, es un símbolo por excelencia de la producción y la abundancia que nos da la Madre Tierra. Se cree que está relacionada con el planeta Venus, regente del amor y además, su elemento básico es la tierra, justamente de donde la obtenemos.
Se le relaciona con la diosa Ceres o Démeter en la cultura griega, que rige la vegetación, particularmente el trigo, las avenas, los cereales y otros granos y a quien se le rinde tributo para tener suerte en las cosechas
De igual manera, la puedes combinar del mismo modo con otros cereales o semillas que atraen abundancia como el trigo, el maíz o las lentejas, para protección de tu hogar y de ti mismo. Esto lo logras colocando todo en pequeños platitos que pongas en esquinas de tu hogar o negocio.
Con información de, UNIVISION
