Las tías se convierten en una combinación de amigos y autoridad que son vitales para ayudar a los niños que llegan a tener alguna crisis
Todos tenemos una tía favorita y es que la niñez y vida en general sin la presencia de ellos no sería la misma y es que cómo olvidar cuando jugaban contigo, cuando te cuidaban mientras los papás iban al trabajo y claro no podemos dejar de lado aquel regaño que te sacó una lágrima pero que realmente lo merecías.
Y es que de acuerdo con el sociólogo Robert Milardo, las tías podrían convertirse en una segunda madre pues el vínculo afectivo que los une es muy grande, además de que son las personas en las que más confían los padres del niño al igual que en los abuelos.
La edad tiene mucho que ver pues las tías al ser más jóvenes que los abuelos tienden a ser más comprensivas y permisivas, por lo que la confianza entre sobrinos y tías es más grande, tanto así que a veces los pequeños corren a contar la travesura que hicieron a la tía y no a la mamá.
Otra de las ventajas de ser tía además de gozar del amor y la confianza de los pequeños es que actualmente es muy común que la generación conocida como millennial haya encontrado en los sobrinos una alternativa a la maternidad, es decir, sus sobrinos les dan la oportunidad de vivir, quizá muy superficialmente la experiencia de tener hijos sin asumir todos los compromisos reales que eso implica.
Justamente por todas estas razones, las tías se convierten en esa combinación exacta de mejores amigos y autoridad que a veces son vitales para ayudar a los sobrinos en procesos de crisis.
Con información de EL HERALDO DE MÉXICO
