Ingredientes:
- 3 cucharadas de mostaza amarilla (puedes usar mostaza Dijon para un sabor más suave o mostaza antigua para más textura, según prefieras)
- 2 cucharadas de miel (puedes ajustar la cantidad según qué tan dulce la prefieras)
- 1 cucharada de vinagre de manzana (o vinagre blanco si no tienes de manzana)
- 1 cucharada de aceite de oliva o aceite vegetal
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de pimienta negra (opcional)
- 1 cucharadita de agua (para ajustar la consistencia, si es necesario)
Instrucciones:
- Mezclar los ingredientes:
o En un bol pequeño, mezcla la mostaza, la miel, el vinagre de manzana, y el aceite de oliva. Remueve bien con un batidor de mano o con una cuchara hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados y la salsa tenga una textura suave. - Ajustar sabor y consistencia:
o Prueba la salsa y ajusta la cantidad de miel si prefieres más dulzura o añade un poco más de mostaza si la prefieres más picante.
o Si la salsa está demasiado espesa para tu gusto, puedes añadir una cucharadita de agua para aligerarla un poco, mezclando bien hasta conseguir la consistencia deseada. - Añadir sal y pimienta:
o Agrega una pizca de sal y pimienta al gusto. Si te gusta un toque más ácido, puedes añadir un poco más de vinagre. - Servir:
o Sirve la salsa de mostaza y miel como aderezo para ensaladas, como dip para pollo, nuggets, o incluso como acompañamiento de carnes a la parrilla.
Consejos:
- Si te gusta una salsa un poco más espesa, puedes reducir el vinagre o añadir más mostaza.
- Si prefieres un sabor más complejo, puedes añadir un toque de ajo en polvo o un poco de jengibre en polvo para darle un giro extra.
- Para un toque más elegante, también puedes agregar un poco de mostaza en grano o mostaza a la antigua, lo que le dará más textura y sabor.