Luis Ortiz
El presidente de CAMEINTRAM, José Manuel Urreta Ortega, considera que el aplazamiento hasta 2026 abre una ventana de oportunidad para fortalecer la estrategia nacional
México tiene una nueva oportunidad para acelerar su transición hacia un transporte marítimo más limpio y sostenible. Así lo señaló José Manuel Urreta Ortega, presidente de la Cámara Marítima y Portuaria de México (CAMEINTRAM), tras el anuncio de la Organización Marítima Internacional (OMI) de aplazar hasta 2026 la ratificación del acuerdo global sobre descarbonización del sector.
Urreta destacó que este plazo debe aprovecharse para fortalecer la infraestructura, modernizar embarcaciones y coordinar políticas públicas que permitan cumplir con los compromisos internacionales en materia ambiental.
“México debe avanzar en su propia ruta hacia un sector más sostenible y estar listo cuando se retome el plan global”, expresó.
A nivel mundial, el transporte marítimo representa alrededor del 3% de las emisiones de dióxido de carbono, cifra que podría aumentar hasta 150% para 2050 si no se aplican medidas efectivas de descarbonización. Esto pondría en riesgo las metas del Acuerdo de París, que busca limitar el calentamiento global a 1.5°C.
México participa en el programa Green Voyage 2050 de la OMI, que establece metas intermedias de reducción de emisiones del 40% y al menos del 70% para 2040. Además, dentro de la Estrategia Nacional de Descarbonización del Sector Marítimo-Portuario, impulsada por la Secretaría de Marina, se plantean acciones como la adopción de combustibles limpios, la modernización de la infraestructura y una mayor coordinación regulatoria.
Urreta explicó que la OMI promueve desde hace años un marco normativo vinculante que incluye medidas de eficiencia energética, como el Indicador de Eficiencia Energética de los Buques Existentes y el sistema de Clasificación de la Intensidad de Carbono, vigente desde enero de 2023. También se analizan mecanismos de tarificación del carbono para incentivar la reducción de emisiones.
“México tiene el potencial de ser un actor clave en esta transición global. Con el trabajo conjunto del gobierno y del sector privado, podemos liderar el cambio hacia tecnologías más limpias y operaciones más eficientes”, afirmó.
La descarbonización del transporte marítimo, apuntó, no solo traerá beneficios ambientales, sino también económicos y tecnológicos. Reducir el uso de combustibles fósiles protege los ecosistemas marinos, fortalece la competitividad internacional y promueve la innovación, con soluciones como el hidrógeno verde, la electrificación y la digitalización de operaciones.
Sin embargo, advirtió que existen grandes retos: los altos costos de inversión en nuevas tecnologías, el incremento de emisiones derivado del crecimiento del comercio mundial y la incertidumbre regulatoria tras el aplazamiento del acuerdo.
Para países con amplia actividad portuaria, como México, avanzar en esta transición representa una obligación y una oportunidad para consolidarse como líder regional en transporte marítimo verde.
Urreta recordó que CAMEINTRAM mantiene un convenio con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) para desarrollar una Hoja de Ruta hacia las cero emisiones netas en 2050.
“Tenemos optimismo y aprovecharemos este tiempo para alinear políticas, fortalecer capacidades nacionales y avanzar hacia un transporte marítimo más limpio. Nuestro compromiso con el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático es firme”, concluyó.













