Luis Ortiz
Veracruz, Ver.– El desabasto de medicamentos esenciales continúa siendo una de las principales preocupaciones para las familias de niños con cáncer que reciben atención en el Hospital Infantil de Veracruz. Así lo advirtió Cora de Jesús Rodríguez, representante de las madres de pacientes oncológicos, quien señaló que el abasto de fármacos apenas alcanza el 70 por ciento, afectando de manera directa los tratamientos, principalmente en el área de hematología.
La vocera indicó que entre los medicamentos con mayor escasez se encuentran la Hidrea y el Factor 8, ambos fundamentales para los niños con enfermedades hematológicas, quienes requieren terapias continuas y completas para evitar complicaciones graves en su estado de salud.
“Estos medicamentos no son opcionales, son indispensables para que los niños puedan avanzar en su tratamiento. Cuando el suministro es incompleto, simplemente no hay mejoría”, expresó.
Rodríguez explicó que, ante la falta de medicamentos, algunos pacientes reciben solo una parte del tratamiento, lo que obliga a las familias a esperar varias semanas para completar las dosis necesarias. En casos donde existen hermanos con la misma enfermedad, el medicamento disponible debe dividirse, reduciendo aún más la efectividad de la terapia.
Añadió que la interrupción o incompletud de los tratamientos retrasa la recuperación de los menores y puede agravar su condición, especialmente en pacientes que padecen anemias aplásicas, trombocitopenia y otros padecimientos hematológicos que provocan hemorragias y requieren atención permanente.
Además del desabasto de Hidrea y Factor 8, la representante de las madres denunció la falta de insumos básicos como paracetamol, antibióticos, material para catéteres y otros medicamentos de apoyo que forman parte del tratamiento integral de los pacientes oncológicos.
Cora de Jesús Rodríguez recordó que el área de hematología históricamente ha enfrentado problemas de abasto, situación que se ha agravado con los nuevos esquemas de adquisición, ya que ahora los medicamentos dependen de procesos federales que suelen retrasar su llegada debido a trámites administrativos o falta de proveedores.
Indicó que algunos medicamentos pueden alcanzar costos de hasta 80 mil pesos por ámpula, lo que hace imposible que muchas familias los adquieran por cuenta propia. Ante esta situación, algunos padres han optado por trasladarse a la Ciudad de México en busca de atención médica y tratamientos completos.
Actualmente, alrededor de 15 niños se ven directamente afectados por esta problemática, la mayoría provenientes de comunidades foráneas como San Andrés y otras zonas del estado, lo que agrava aún más la carga económica y emocional que enfrentan sus familias.













