Luis Ortiz
El Centro de Rehabilitación Infantil de Veracruz (CRIVER) se prepara para iniciar 2026 con un amplio programa de mejoras internas, que contempla la sustitución de equipos médicos y trabajos de mantenimiento en diversas áreas del edificio, con el objetivo de sostener la creciente demanda de pacientes.
De acuerdo con Enrique Cházaro Mabarak, presidente del Patronato, el respaldo económico recibido de manera constante en los últimos años ha sido determinante para que la institución mantenga su ritmo de atención.
“Este apoyo provocó que se incrementara la atención a los niños. Nos ha permitido pagar mejores sueldos a terapeutas, médicos, personal de mantenimiento y administración. También hemos podido reparar y comprar nuevos equipos, y todo eso se traduce en que podamos atender mejor a los niños”, explicó.
Actualmente, el CRIVER atiende alrededor de 6 mil menores cada mes y supera los 13 mil servicios, la mayoría relacionados con discapacidades congénitas, autismo, problemas de visión y salud bucal, área donde se concentra un esfuerzo especial debido a que muchos pacientes requieren asistencia para realizar su aseo dental.
Cházaro Mabarak adelantó que, aunque no existe un proyecto de ampliación física para el próximo año, sí será necesario intervenir zonas que ya muestran desgaste tras más de dos décadas de funcionamiento.
Durante 2024, el centro adquirió nuevo equipo para audiometrías, realizó mantenimiento al sistema de rayos X e incorporó tecnología para diversas terapias de estimulación. Para 2026, el Patronato busca continuar con esta línea de modernización con apoyo de empresas socialmente responsables como Tamsa, que cada año contribuye al fortalecimiento del CRIVER.













