- Especialistas de la UV señalan la necesidad de atender de manera individualizada al binomio madre-hijo
- La transmisión de anticuerpos es elemental para el buen desarrollo del bebé
Jorge Vázquez Pacheco
Fotos: Luis Fernando Fernández y cortesía ISP
Xalapa, Ver.- Clara Luz Sampieri Ramírez y Montserrat Gutiérrez Melgarejo, investigadora en el Instituto de Salud Pública (ISP) y académica en la Facultad de Medicina de esta casa de estudios, respectivamente, indicaron que es necesario arraigar la cultura de la lactancia materna y en este sentido la Universidad Veracruzana (UV) toma la delantera ante la sociedad.
Sampieri Ramírez mencionó que esta labor es tan necesaria e intensa que los congresos y reuniones de especialistas que tienen lugar en instalaciones universitarias no son suficientes, pero debe continuar en su sistemática promoción.
El ISP brinda asesoría, orientación y apoyo desde hace 12 años, añadió la investigadora que cuenta con certificación como Educadora en Lactancia por la Universidad de Puerto Rico; refirió que el “Programa de promoción y difusión de los beneficios de la lactancia” no tiene costo e inicialmente sólo era presencial, aunque ahora se ha extendido a las redes sociales.
Pero ello no es suficiente. “Los binomios madre-hijo deben ser supervisados por un proveedor primario de salud; esto es, un médico con experiencia en lactancia, porque las plataformas nunca sustituirán la labor del personal capacitado”, agregó la también consultora internacional en lactancia.
En tanto, Montserrat Gutiérrez, quien reconoce a Sampieri Ramírez como pionera en estas disciplinas, detalló los trabajos en conjunto durante la pandemia de COVID-19: “Analizamos anticuerpos en la leche de mujeres que fueron vacunadas con los diferentes esquemas, para verificar que mediante la lactancia se haya transmitido a los bebés los anticuerpos inmunoglobulina G e inmunoglobulina A. Es una vacunación indirecta mediante esas proteínas que actúan como defensa contra algunas enfermedades, en este caso el SARS-CoV-2”.
También está demostrado que la lactancia regula el sueño. Los niños despiertan cada tres o cuatro horas para comer, y precisamente la leche materna contiene niveles de melatonina y triptófano que favorecen la regulación del ciclo circadiano, lo que hace que su ritmo de sueño sea mucho más rápido, en comparación con los que son alimentados de otra manera.
Cada binomio es único, reiteró Clara Luz Sampieri, por lo que la madre puede programar a su modo y necesidades la alimentación continua hasta los seis meses o dos años, aunque existen casos en que no se recomienda la lactancia; “por ejemplo, cuando la madre toma ciertos medicamentos o es sometida a quimioterapia”.
Gutiérrez Melgarejo subrayó que en la UV se asesora a la población para evitar prejuicios, para sensibilizar y recalcar el espectro de beneficios de la lactancia, tanto para el bebé como para la madre, y no son sólo los nutricionales. “Es, entre otras cosas, factor de protección contra el cáncer de mama”.
Es importante señalar que en Veracruz existe la Ley 866 que favorece el fortalecimiento del binomio madre-hijo.
Cumplir con las metas no es sólo responsabilidad de la madre: se requiere de una red de apoyo para quienes trabajan fuera del hogar, como respetar sus horarios para amamantar, extraerse leche o bien permitir la presencia del bebé en su lugar laboral si es menor de seis meses.
“Como investigadora, puedo asegurar que las recomendaciones para apoyar la lactancia siempre estarán basadas en evidencia científica; en ese sentido, el trabajo de la doctora Monserrat Gutiérrez nos permite tomar decisiones importantes, como recomendar a una madre con COVID que no interrumpa la lactancia para que transmita sus anticuerpos”.
La UV cuenta con especialidad en la materia en el Centro de Investigación Biomédica, en la Maestría en Salud Pública, y en las Facultades de Medicina, Nutrición y Enfermería.