La causa es la falta de acompañamiento profesional para abortar
Por Luis Ortiz
En la República Mexicana son ya 10 estados donde el aborto está legalizado y las cifras de las que se tiene registro por parte de la Secretaría de Salud federal es de 240 mil interrupciones de manera legal, sin embargo, el estado de Veracruz tiene el segundo lugar en muerte materna por la falta de facilidades para que las mujeres puedan abortar de una manera segura, así lo comentó Paula Rita Rivera Núñez, gerente de operaciones de Telefem.
Rivera Núñez dijo que un 90 por ciento de las muertes maternas se pueden evitar, desafortunadamente muchas mujeres no saben a dónde acudir y como resultado
el aborto inseguro es la cuarta causa de muerte en el país y la región.
A todos los factores mencionados de las muertes maternas se sumaba el embarazo adolescente, pero cuando las autoridades del estado de Veracruz aprobaron el aborto, se disminuyó en un 20 por ciento los fallecimientos.
Con evidencia científica se sabe que se puede hacer evacuaciones uterinas seguras vía remota.
“Existe una diferencia entre el acceso de los hombres a la salud y el de las mujeres. No es lo mismo la visión de aborto en Oaxaca, Veracruz o la Ciudad de México”.
Actualmente los colectivos buscan cambiar ciertas normativas que den como garantía los derechos reproductivos de las mujeres.
México tiene escasez de profesionistas que den el servicio libre de juicio a toda aquella mujer que necesite practicar el aborto,pese a que si se tienen medicamentos que en otros países no hay y que reducen el riesgo de complicaciones en más de 98 por ciento.
Sin embargo, necesitan receta médica pero están disponibles para la interrupción legal del embarazo.
Insistió en que el aborto seguro protege la vida de las mujeres, por ello debe otorgarse acompañamiento profesional.
La gerente de la asociación sin fines de lucro que conecta con especialistas subrayó que cuando una mujer realiza una interrupción insegura y llega a los sistemas de urgencia “se consume gran cantidad de insumos que podrían haberse evitado con procedimientos seguros y, esos recursos, podrían aprovecharse en otras prioridades de salud”.
