POR. LIC. ANTONIO GONZÁLEZ MARCIAL/ Las Organizaciones sociales de trabajadores creadas en cualquier país, tienen como propósitofundamental constituirse en el pilar principal y garantizar los derechos económicos, políticos y sociales de sus integrantes, así como, las obligaciones de cada uno, para lograr los objetivos del organismo en el ámbito de sus actividades como gremio y parte del aparato productivo del país al que pertenezcan.
En el caso concreto de la Confederación de Trabajadores de México, CTM, fundada por Vicente Lombardo Toledano, como pilar obrero del régimen priista de postguerra, en el XXXII Consejo Nacional de la misma, convocado en 1947, se habíadispuesto que todos los miembros de la CTM estaban obligados a afiliarse al Partido Revolucionario Institucional PRI, además de que se acordó la suspensión de relaciones con la Central de Trabajadores de América Latina CTAL, impulsada por el propio Lombardo, y de la Federación Sindical Mundial FSM, ambas centrales de clara orientación socialista.
Ante tales medidas, Jacinto López Moreno y otros disidentes provocan la ruptura al interior de la CTM, condenando la traición del entonces dirigente nacional Fernando Amilpa.
La inmediata expulsión de López desencadenó una serie de rupturas tanto en el seno de la cúpula nacional como en las correspondientes centrales en los distintos estados de la república, y para mayo de 1949 estaba teniendo lugar la reunificación de la disidencia global de la CTM que hubo de refundirse como Unión General de Obreros y Campesinos de México bajo directrices políticas e ideológicas muy claras-defensas de los intereses de la clase obrera y de los campesinos, derecho de huelga, de libertad de asociación sindical, lucha por la independencia de México y contra el imperialismo.
Desde el momento de su constitución como nueva organización de los trabajadores, y en algún sentido como contrafigura de la CTM que había quedado incorporada a la estructura del régimen, la UGOCM se declaró filial de la CTAL y de la Federación Sindical Mundial.
Y fue también desde el momento de su constitución que la UGOCM, inscrita tanto en la dialéctica de clases interna como en la dialéctica geopolítica de la Guerra Fría, tuvo que resistir la embestida que desde el régimen-y a través de la CTM misma- hubo de organizarse en su contra con el propósito de debilitarla y desactivarla ante los riesgos que implicaba la existencia de una organización obrera y campesina, de clase independiente.
Con el paso de los años, la lucha de miembros de la UGOCM ha tenido derivaciones en los más diversos campos de la lucha política y social, desde el terreno de la política parlamentaria hasta el de la lucha armada y guerrillera.
Como antecedente, en 1952 el Partido Revolucionario Institucional PRI impuso como presidente de la República a Adolfo Ruiz Cortínez, provocando que la izquierda cardenistas y militantes del Partido Comunista, así como miembros de la UGOCM se movilizara para colocar por la fuerza al candidato Miguel Henríquez Guzmán, postulado por la Federación de Partidos del Pueblo, quien era el que verdaderamente había ganado. Se dieron los enfrentamientos, la guerra civil se antojaba inevitable, pero súbitamente todo se detuvo y la historia tomó el curso que ya todos conocemos. Ruiz Cortínez gobernó hasta 1958. ¿Qué fue lo que sucedió?, ¿quién impidió que la marcha comunista se lanzara contra Palacio Nacional?,¿quién detuvo a la resistencia que estaba dispuesta a entregarle a Henríquez la victoria que le habían arrebatado? La respuesta la da el escritor Francisco Estrada Correa, autor del libro Sin reconocimiento oficial- Centro de Estudios del Liberalismo Mexicano-, una rigurosa biografía del general Miguel Henríquez Guzmán 1898-1972), considerado como el último liberal mexicano, que quedó excluido de la historia oficial y desterrado de la memoria de un gran sector de la izquierda. El propio Henríquez Guzmán, dio orden de detener cualquier acto de violencia, increíblemente tomó una decisión que molestó a casi todos-más que en sí mismo, pensó en el país y decidió evitar un baño de sangre inútil. Él personalmente salió a las calles y se dedicó a desactivar a los agitadores y a calmar a sus partidarios. La decisión estaba tomada. No habría ningún enfrentamiento más, ni mucho menos un golpe de Estado. Así fue como el último liberal mexicano, pasó a la historia como el hombre que traicionó a la izquierda mexicana.
En este contexto, Valentín González Bautista, que fue líder nacional de la UGOCM y primer Presidente Municipal de oposición de Ciudad Nezahualcóyotl de 1997 al 2000, por el PRD, convocó a los congresistas que participaron en la celebración de los 60 años de lucha sindical y revolucionaria.
Al evento asistieron invitados internacionales, comoJosé A. Pérez García, del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, de Cuba, y Mario Alberto Aldrete, de la Federación Sindical Mundial Región Cono Sur, de Argentina, además de Antonio Hernández Curiel- venezolano) e Ismael Carvallo, ambos de la FIM José Revueltas, Héctor Domínguez, Secretario de Relaciones Internacionales de la UGOCM y Teodomiro Barrera, del sindicato de la aviación. Fue destacadísima la presencia de los dirigentes históricos Demetrio Almaguer y Humberto Ochoa Bustamante.
Con una nutrida participación de oradores-líderes regionales, invitados especiales, coordinadores de mesas de trabajo- los 60 años de la UGOCM fueron celebrados haciendo un señalamiento general que apuntaba hacia la necesidad de consolidar la organización y la estructura nacional, al tiempo de enfatizar las necesidades de reconstrucción ideológica de la unión en el contexto de la nueva realidad contemporánea. Así las cosas, en 1986 nace la UGOCP Unión General Obrera Campesina y Popular, como parte de los cambios necesarios de los Organismos de lucha por mejores condiciones de vida de los mexicanos a nivel nacional, motivada por las demandas históricas de democracia política y libre participación de los ciudadanos en los asuntos de la nación.
Este organismo reivindica la lucha de los movimientos sociales contra el corporativismo, la libre afiliación de los trabajadores en sus gremios, la autonomía política de las organizaciones sociales respecto del Estado y los partidos políticos, por la libre participación de los ciudadanos en el partido político de su preferencia, el fomento a la participación política de la ciudadanía y el apoyo en las tareas del nuevo gobierno, siempre y cuando, sean tareas que estén encaminadas al desarrollo regional y propicien mejores niveles y calidad de vida para el país en su conjunto, no se debe tirar a la basura la tradición histórica ni la esencia de lucha de tantos años. La UGOCP le debe seguir dando vida a la tolerancia política dentro de la organización, más allá de las identidades partidarias que hoy son muy importantes.
En conclusión, se considera que los objetivos de las Organizaciones sociales de trabajadores para reivindicar sus derechos políticos y sociales siempre han sido nobles y de gran importancia, sin embargo, el elemento humano representado por los líderes de cada gremio es el que desvirtúa los buenos propósitos, porque caen en las garras de la corrupción que permea en todos los ámbitos del territorio nacional, y por mencionar a algunos, ahí figuran Fidel Velázquez, Fernando Amilpa, La Güera Rodríguez, Joaquín Hernández Galicia -la Quina, Jonguitud Barrios, de negro historial y los actuales, Carlos Romero Deschamps, Víctor Félix Flores Morales, Francisco Hernández Juárez, entre otros, puras bellísimas personas, que han utilizado su liderazgo para amasar grandes fortunas a costa de los gremios de trabajadores del petróleo, manufacturas, Educación, ferrocarrileros, energía eléctrica y comunicaciones.
Los líderes del Sector campesino CNC, CCI, también tienen cola que les pisen, desafortunadamente la corrupción es un cáncer que ha invadido a los tres niveles de gobierno y a todo el aparato productivo del país, sin embargo, se espera que el proyecto de la cacareada Cuarta Transformación logre algunos avances en los seis años del nuevo régimen.