Luis Ortiz
La nueva Ley Aduanera, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, implicará una transformación profunda en las operaciones de comercio exterior, al establecer nuevas obligaciones y reforzar la supervisión en los procesos de importación y exportación, señaló José Luis Valencia, director del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (COMCE) en Veracruz.
Entre los principales ajustes se encuentran la aplicación de nuevos aranceles y sanciones más estrictas ante omisiones, lo que obligará a las empresas del sector a profesionalizar aún más sus procedimientos y controles internos.
Esta reforma no solo busca fortalecer la recaudación y la seguridad nacional, sino también elevar el nivel de cumplimiento y transparencia en todas las operaciones aduaneras.
“Uno de los cambios importantes en esta legislación, más allá de lo que ahora el agente aduanal tiene que vigilar y fortalecer en aras de la seguridad nacional, es el tema de que las sanciones vienen mucho más duras. La regulación va enfocada a detectar omisiones dentro del proceso de importación y exportación, es decir, temas de contrabando técnico y del llamado huachicol fiscal”, explicó.
El representante del COMCE advirtió que los nuevos lineamientos obligarán a una planeación más rigurosa de las operaciones, ya que cualquier error o falta de previsión podría derivar en incrementos de entre 10 y 15 por ciento en los costos logísticos.
Agregó que desde el COMCE se impulsa una estrategia de capacitación y profesionalización para que todos los actores del comercio exterior, desde agentes aduanales hasta exportadores, puedan adaptarse a los nuevos esquemas legales y operativos.
Las mesas de trabajo y los foros empresariales organizados por el organismo estarán enfocados en reforzar la logística, la proveeduría y la correcta gestión documental, con el objetivo de evitar sanciones y hacer más eficientes las cadenas de suministro.













