Xalapa, Ver. 06/09/2021
El pasado sábado 4 de septiembre, Banu Negar, una policía que trabajaba como custodia en la prisión de Ghor, Afganistán, abrió la puerta de su casa y fue asesinada a tiros con su esposo e hijos como testigos de atroz crimen. La mujer tenía ocho meses de embarazo.
Alguien llamó a la puerta y cuando abrieron, tres hombres armados irrumpieron la casa de la mujer policía, luego amarraron a su marido y sus tres pequeños y a ella la ejecutaron con varios disparos. Testigos aseguran que fueron los talibanes, pero el grupo extremista rechaza que sean ellos los responsables del asesinato.
De hecho, el vocero talibán Zabiullah Mujaheed dijo a la BBC que ya están enterados del incidente y que están investigando esta ejecución, recordando que el grupo determinó que los colaboradores del gobierno afgano anterior -respaldado por Estados Unidos- contarían con amnistía. «Pudo ser una venganza personal o algo así«, agregó.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recientemente reveló un informe en el que alerta de la ‘cacería puerta por puerta‘ que emprendieron los talibanes en contra de los colaboradores afganos y estadounidenses del régimen anterior. En él se advierte que los exremistas amenazan con herir o lastimar a sus familiares si éstos no se entregan.
Fuente de, El Heraldo













