En Ocotitlán, localidad en Ixhuatlán del Café, en la región de las Altas Montañas del centro de Veracruz, la falta de vivienda digna es una dolorosa realidad. Es usual que las casas tengan paredes de madera, piso de tierra y techos de lámina de zinc.
En esta localidad, cuando menos 32 familias fueron defraudadas con la promesa de entrega de materiales de construcción a bajos costos por parte de la Fundación Lalo Cantón Jáuregui, que promovía ese programa como parte del proyecto político de la actual presidenta municipal de Comapa, Carmen Cantón Croda.
Cantón Croda creó esa asociación civil para fortalecer su proyecto político cuando buscada la Diputación y al perder la elección en el año 2016, dejó de responder a las personas que le habían entregado dinero. A cambio, solicitó a los presuntos beneficiarios continuar sus trámites con otra asociación civil denominada Fe y Esperanza, presidida por Francisco Cabrera Ocampo, que operaba en esta región al amparo del capital político de la familia Cantón a pesar de diversos señalamientos de haber cometido fraudes en El Higo, Álamo, Tuxpan y en el estado de Hidalgo.
Estimaciones económicas indican que Cantón Croda y Cabrera Ocampo habrían obtenido alrededor de 48 millones de pesos a través de un esquema de defraudación piramidal con el que afectaron a más de tres mil personas de 19 municipios de esta región montañosa.
Cantón Croda ha difundido en videos en redes sociales en los que asegura que ni ella ni su fundación son responsables del fraude, señalando que fue engañada por Francisco Cabrera, sin embargo, las evidencias demuestran lo contrario.
Por ejemplo, en publicidad pagada en medios locales aseguraba que “la Fundación Lalo Cantón Jáuregui, A.C., es una opción favorable para edificar el patrimonio familiar en el distrito de Huatusco”. Señalaba que se trataba de un “gran proyecto de vivienda en beneficio de las personas que más lo necesitan”, y precisaba que usaba el nombre de su padre en honor a su labor social.
La actual alcaldesa de Comapa señaló que se buscaba beneficiar en primera instancia a mil 100 personas con 400 casas en 17 municipios. En dicha publicación se aprecia a la munícipe en diferentes viviendas en obra negra.
En noviembre de 2016, el entonces presidente municipal de Tlacotepec de Mejía, Gildardo López, convocó los pobladores a conocer el proyecto y calificó a Carmen Cantón como una persona con “calidad humana y espíritu altruista”. Asimismo, en otro momento agradeció la entrega de despensas verdes entregadas por las asociaciones Fe y Esperanza y Lalo Cantón, evento en el que dijo que “Carmelita es una mujer altruista, humanitaria y sensible”.
Asimismo, el propio Cabrera Ocampo difundió una inserción pagada en medios locales donde expresa el reconocimiento de la asociación Fe y Esperanza a Carmen Cantón, agradeciéndole ser “vínculo de su expansión para poder brindar más apoyos”.
Para acceder al programa de vivienda, Carmen Cantón solicitaba la entrega de entre 15 mil y 18 mil pesos, los que asegura le fueron entregados a Cabrera Ocampo, a pesar de ser desmentida por los propios quejosos, que señalan fueron usados en su campaña política.
A partir de la entrega del dinero, las familias recibirían 400 blocks, 12 bultos de cemento, seis de cal, dos metros cúbicos de grava, un metro cúbico de arena, seis polines, ocho armex y 20 láminas de asbesto.
Operando un esquema de pirámide, en el que los recursos de dos personas se destinaban a una tercera, durante los primeros meses de la operación se entregaban los materiales de manera puntual.
Los operadores municipales tenían la instrucción directa de Carmen Cantón de esperar a que ella pudiera estar físicamente presente en la entrega de materiales o en los procesos constructivos, como parte de su estrategia de difusión de su imagen.
Sin embargo, al no poder sostener el ritmo de las entregas de material contra el ingreso de recursos económicos frescos, se dejó de entregar el material comprometido y Carmen Cantón trató de desviar la atención de su incumplimiento hacia Francisco Cabrera y Fe y Esperanza.
Argumentando temas de veda de electoral, Cantón Croda dejó de atender la Fundación en 2017, coincidiendo con el inicio de las protestas de las personas defraudadas.
En agosto de ese año, decenas de defraudados se acercaron a las autoridades municipales y tomaron las instalaciones de Fe y Esperanza en el municipio de Huatusco, con la finalidad de obtener respuesta o la devolución de su dinero, sin resultados positivos, así el sueño de contar con una vivienda digna se convirtió rápidamente en una pesadilla.
Familias entrevistadas señalaron que para cumplir con los pagos requeridos por Cantón Croda y Cabrera Ocampo empeñaron o vendieron bienes y enseres, o solicitaron préstamos. En el último recuento, al menos tres personas habían perdido la vida esperando solución a sus demandas.
Cuestionados si habían denunciado ante la Fiscalía los hechos, dos personas originarias de Comapa indicaron que la presidenta municipal les dijo que tenía contactos en la FGE para que no prosperaran las quejas.
En su momento, el exalcalde de Tlacotepec les dijo a sus paisanos que no tenía caso denunciar porque la Fiscalía no procede contra Cabrera Ocampo porque cuenta con la protección de la familia Cantón.
Francisco Cabrera ya tenía una denuncia ante la FGE cuando inició operaciones en la región de las Altas Montañas. En Álamo había defraudado con más de 12 millones de pesos a cerca de 150 personas con la promesa de entregarles automóviles. Esa denuncia tampoco prosperó.
En una grabación difundida en redes sociales por un grupo de quejosos, Cabrera Ocampo se jacta de no tener denuncias ante la FGE por el asunto del incumplimiento en la entrega de materiales de construcción, y al ser presionado por una mujer, incluso, la amenaza al decirle “voy a enviarle a mi bufete de abogados”.
A raíz de una denuncia pública, Carmen Cantón instruyó a empleados municipales de Coamapa a incluir las viviendas comprometidas por la Fundación Lalo Cantón en los programas municipales “Construcción de Cuarto Dormitorio” y “Construcción de Muros Firmes”, desplazando a familias comapeñas que tenían derecho a esos apoyos federales provenientes del FISMDF.
La propia Carmen Cantón explicó en un video que en su municipio “he completado 134 de 320 viviendas” y asegura que seguirá cumpliendo “a lo largo de esta administración”.
La Presidenta Municipal dio indicaciones para que a la brevedad se completen el mayor número de acciones de vivienda, sin importar que los recursos municipales comprometidos no lleguen a las familias que los solicitaron: “No puedo darme el lujo de quedar mal”, fue la explicación a su equipo.
El síndico Fermín Casas Blanco; el regidor único, Gilivaldo Chalche Barradas, así como los directivos de Obras Públicas, Tesorería y Contraloría municipal, aprobaron el uso de los recursos municipales para cumplir con las exigencias de Carmen Cantón, quien busca evitar mayor daño político a su persona y la posibilidad de ser denunciada.
Coincidentemente con estas versiones en la cuenta de Facebook del Ayuntamiento de Comapa se destacan acciones de vivienda en las localidades Boca del Monte, Comalcoavilt y Pochote, mismas que fueron reportadas por el Ayuntamiento en medios de comunicación regionales.
La ilusión por contar con una vivienda en condiciones dignas convirtió en presa fácil de defraudadores a centenas de familias de las Altas Montañas. El poder político se convirtió en aliado y protector de personajes sin escrúpulos que lucraron y se aprovecharon de la necesidad.
Como detalla uno de los quejosos, “mi sueño se convirtió en pesadilla, ahora endeudado, sin casa y sin chance de demandar porque no nos hacen caso en la Fiscalía porque dizque no tenemos papeles. No se vale, Carmelita y Francisco se fueron cabezones, pero deberían tentarse tantito el corazón y arreglar lo que hicieron”.
Hasta ahora ninguna autoridad estatal se ha expresado sobre este fraude que ocurrió en las altas montañas, y mucho menos observan que Carmen Cantón desvía los recursos municipales de los comapeños para construir las casas que la Fundación Lalo Cantón no hizo en Comapa y en los municipios vecinos. Ver para creer.













