Luis Ortiz
El Centro de Rehabilitación Infantil de Veracruz (CRIVER) no solo brinda atención a niños, sino también a jóvenes y adultos que requieren terapias especializadas para mejorar su calidad de vida. Así lo señaló Amelia Costa, presidenta del voluntariado de la institución, quien destacó el compromiso del centro con la inclusión y el acceso a la rehabilitación.
“No hay un ‘no’ en CRIVER. Todas las personas que requieren nuestros servicios son bienvenidas, siempre y cuando programen una cita para ser evaluadas por un médico rehabilitador, quien determinará las terapias necesarias para su recuperación”, explicó Costa.
El CRIVER ofrece desde terapias neurológicas hasta rehabilitación física, adaptándose a las necesidades de cada paciente. Sin embargo, la situación económica de muchas familias puede dificultar el acceso a estos tratamientos. Ante esto, el centro cuenta con un área de trabajo social donde se realizan estudios socioeconómicos para ajustar los costos de las terapias, garantizando que nadie se quede sin atención.
Uno de los principales obstáculos que enfrentan los pacientes es el transporte, especialmente para aquellos que provienen de municipios lejanos. “La colaboración con los DIF municipales ha sido fundamental para que varios niños puedan asistir a sus terapias. Aun así, algunos pacientes tienen dificultades para costear los tratamientos, por lo que el voluntariado de CRIVER trabaja constantemente en campañas y gestiones para ofrecerles apoyo”, comentó Costa.
El funcionamiento de la institución representa un reto financiero considerable. Con más de 100 empleados, entre ellos especialistas altamente capacitados, el CRIVER destina casi 2 millones de pesos mensuales solo en el pago de salarios. “Nuestros médicos tienen una gran experiencia, muchos de ellos son jubilados de otras instituciones o trabajan en hospitales como el IMSS o la Marina, y en CRIVER brindan su conocimiento para mejorar la vida de nuestros pacientes”, destacó la presidenta del voluntariado.
A pesar del incremento de costos debido a la inflación, el CRIVER se esfuerza por mantener tarifas accesibles. “Siempre tratamos de mantener nuestras tarifas muy por debajo de lo que costaría un tratamiento en otros centros. Además, contamos con un sistema de costos diferenciados según la situación de cada paciente”, concluyó Costa.
El compromiso del CRIVER es claro: que ninguna persona, sin importar su situación económica, se quede sin la atención que necesita.
