Cinthya Trinidad
Carmen Márquez, víctima y sobreviviente de violencia ácida, lamentó que luego de 4 años de haber sufrido este ataque, las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) ni siquiera hayan llamado a su agresor, quien está plenamente identificado.
Luego de señalar que su ex pareja, quien la roció con sosa cáustica, está libre, acusó que es debido a que uno de sus familiares lo protege desde el Poder Judicial.
«No hay nada. El presunto agresor, ni siquiera lo han mandado a llamar, las personas que yo denuncié las han citado, ni siquiera han hecho los peritajes correspondientes. Básicamente, a mi me deja pensar que hay conflicto de intereses hacia otras personas porque yo voy y digo, ‘¿ya lo encontraron?’, ‘¿ya lo fueron a traer?’, y me dicen, no pues tu tienes que investigar y decirnos dónde está para que nosotros lo vayamos a traer y le giremos el oficio. Yo lo tengo que buscar, y a mi quien me dice yo lo busco, lo ando localizando y ahora sí, que acaba conmigo», declaró.
Carmen Márquez tenía 36 años cuando el hecho ocurrió luego de que ella saliera del trabajo, ella fue sorprendida por su agresor quien al llegar a su domicilio le aventó el ácido; a partir de ese momento su vida y la de sus dos hijos cambió, pues tuvo que mudarse a Veracruz para ahora encabezar una lucha social a favor de las personas que son víctimas de sustancias químicas o corrosivas.
«De nada sirve que nosotros vayamos con las autoridades porque nos sentimos amenazadas, intimidadas, lo único que hacen es minimizar nuestros casos, para nosotros la justicia es una utopia todavía porque nosotros seguimos creyendo en la justicia y la justicia no nos respalda a nosotros nos está dejando solas, nos está dejando morir».
La sosa cáustica lesionó sus manos y cara, parte del corrosivo le cayó en los ojos y casi de por vida deberá usar lentes especiales. Lleva más de 15 cirugías para tratar de aminorar su daño físico y aunque cuenta con seguro Social, hay gastos que ha tenido que subsanar por su cuenta o a través de personas altruistas que la han apoyado.
«Hay otras especialidades que el seguro social no me atiende, por ejemplo la dermatológica que es para la movilidad de la piel, pues hay que tocar puertas. En su momento yo me dediqué a contactar gente (…) tengo una lesión en los párpados, necesito una cirugía y son cirugías de 50, 60, 70 y hasta 150 mil pesos».
En el país, Carmen es una de las 47 víctimas que han sobrevivido a este tipo de violencia, donde ninguna de ella ha tenido justicia.
«Yo me siento con la responsabilidad, yo me siento con ese compromiso de que sepan, que si gritamos entre dos, entre tres, entre cuatro, nuestra voz se va a escuchar más para que entiendan la gravedad», concluyó.