Por Luis Ortiz
A horas de celebrarse la Navidad de 2025, la tradicional venta de guajolote “de a pie”, es decir, vivo, prácticamente ha desaparecido en los mercados de Veracruz. Aunque aún hay comerciantes que mantienen esta práctica decembrina, reconocen que las ventas han sido mínimas y que la mayoría de las personas solo se acerca a preguntar precios, sin concretar la compra.
María Hernández, vendedora ubicada en las afueras del mercado Unidad Veracruzana, explicó que actualmente los guajolotes se ofrecen con precios que van de los 700 a los mil 500 pesos, dependiendo del tamaño y peso del ave. Aun así, señaló que desde el sábado pasado no ha logrado vender ninguna otra pieza.
“La crisis está muy fuerte, la gente no tiene dinero”, expresó la comerciante, quien aseguró que desde antes de nacer ha estado ligada a la venta de aves para sacrificio, una actividad que durante años permitió a muchas familias ahorrar al preparar su propia cena navideña.
La propia María Hernández comentó que en su hogar tampoco acostumbran realizar una cena especial en estas fechas.
“Nosotros casi no hacemos cena; con lo que Dios nos dé, nada más. Lo importante es estar felices, contentos y con salud”, afirmó.
El pasillo donde se instalan los vendedores de aves luce prácticamente vacío, sin el movimiento habitual de personas que en otros años acudían a comprar el guajolote para la cena navideña, pese a que la celebración está a solo unas horas.
“A veces no vendemos ninguno”, relató la vendedora, al recordar que el último guajolote que logró colocar fue el sábado pasado. Desde entonces, la afluencia de clientes ha sido prácticamente nula.
“Ha empeorado la situación. Hace algunos años estaba más o menos; ahora, aunque los precios se han mantenido dentro de lo posible, no hay ambiente ni ventas. Si hubiera dinero, ya estaría lleno”, lamentó.
Hasta este 24 de diciembre, vender apenas seis guajolotes —prácticamente uno por día— ha sido el máximo alcance de sus ventas en esta temporada decembrina.
En contraste, otras zonas del mercado presentan mayor movimiento comercial. No obstante, posibles compradores señalaron que el precio del guajolote resulta elevado para su economía, por lo que optaron por platillos alternativos que rindan más para familias numerosas.
“Siempre, en lugar de pavo, preparamos pollo relleno, pozole y ponche; es lo que tradicionalmente cenamos”, comentó una de las compradoras.
Por su parte, Nayeli Ortega, ama de casa, dijo que este año consideró preparar pavo, pero descartó la idea al conocer los precios, que también se ubican en rangos elevados.
“No hay dinero, todo está muy caro; el dinero no alcanza porque las cosas están caras”, expresó, reflejando el sentir de muchas familias veracruzanas a horas de la Navidad 2025.
