Por el Lic. Antonio González Marcial / El histórico triunfo de MORENA en la Jornada Electoral del presente año, es la gran oportunidad para iniciar la construcción de una auténtica democracia, algo que ha estado ausente durante más de 8 décadas, porque ha sido una simulación, desde que surgió el PRI como resultado del asesinato de Álvaro Obregón, que descarriló el proyecto del grupo Sonora, dirigido por Plutarco Elías Calles, pero gracias al consenso entre militares, evolucionó hasta crear un partido político que en la práctica se convirtió en una dictadura con una cara diferente cada período de 6 años, y en una alianza entre clases sociales, donde los nuevos valores se acataban por aquellos que pretendían avanzar en la política. Así, llegamos al año 2000-2012 en que durante 12 años compartió el poder con el PAN, Partido político que nunca entendió que hacer con el poder, porque no se dio ningún cambio y solo continuó con las mismas patrañas del corrupto Sistema Político Mexicano y peor aún, les dió manga ancha a los gobernadores que se convirtieron en virreyes, abonando al desbarajuste que con Peña Nieto generó el hartazgo de la ciudadanía que, con el auxilio de las benditas redes sociales llegaron a una conclusión del ¡Ya Basta! del PRIAN, y optaron por ir a las urnas y sacudirse de una vez por todas a una clase política que por más de 80 años se convirtió en una oligarquía cuya actuación dio lugar al desvío de fondos públicos, al abuso del poder, y en general la corrupción en todas sus formas dando un efecto devastador para México, principalmente en lo que se refiere a la distribución del ingreso, el 1 % de las familias poseen el 36 % de la riqueza nacional, el Consejo Mexicano de Negocios lo conforman 17 multimillonarios marca Forbes cuyas fortunas conjuntas equivalente al 12% del PIB mexicano, para ellos es una locura pensar que la economía nacional está en bancarrota, término que ha sido muy refutado al presidente electo por haberlo pronunciado en una de sus múltiples entrevistas por considerarlo muy dramático, claro, ellos así lo ven después de acumular 36 años mamando del presupuesto federal, y con políticas públicas que han sido como trajes a la medida para sus fines, mientras la pobreza golpea a más de 45 millones de habitantes del país. Unos cuantos millonarios, acaparando todas las riquezas y siendo los únicos satisfechos entre millones de miserables, no hacen el bienestar sino la miseria pública.
Ahora bien, la llegada de nuevos legisladores tanto al Congreso Federal, como a los Congresos locales requiere de un programa permanente de capacitación, de tal manera que técnica y teóricamente, posean los conocimientos necesarios para el desempeño de su misión, ya que, triste es reconocerlo, pero muchos ni siquiera saben el número de artículos que contiene la Constitución General de la República y menos, las de sus respectivos estados.
El arribo de la nueva Administración necesita cuadros políticos bien preparados y maduros, para acometer la tarea de transformar al país, inclusive escribiendo una nueva Constitución o bien, plantearse como una nueva Reforma del Estado. Es indispensable concentrar la energía de la sociedad en una gran propuesta de cambio que culmine y concrete la transición emprendida e inaugure un tiempo nuevo en la historia de México, en el que cristalice el imperativo republicano, de mandar obedeciendo la voluntad ciudadana, expresión democrática de la soberanía popular.
Se ha comentado en los diferentes medios, la conveniencia de eliminar a los 200 Diputados que son elegidos por la vía plurinominal lo mismo sería para los Senadores. Ese sería un tema que se debe tratar, entre otros muchos, en el seno de los congresos, tanto federales como locales y en función de los objetivos del gobierno entrante. Se tiene conocimiento de países más grandes y con mayor número de habitantes, como es el caso de los E.E U. U que funcionan con un Congreso integrado con menos legisladores. Establecer también como requisito Título de licenciatura o Carta de Pasante a los aspirantes a cualquier puesto de elección popular
Por otra parte, es un secreto a voces los negocios que muchos legisladores han hecho a través de los famosos moches, situación que no se vale, puesto que, si son auténticos representantes populares de los 300 distritos uninominales del país y para ello, cobran un sueldo, se entiende que es su obligación gestionar la aprobación de recursos y proponer leyes en beneficio de sus representados.
Las expectativas del nuevo gobierno son alentadoras, sin embargo, son vulnerables ante el tiempo que falta para que el presidente tome posesión del poder. Los grupos que sienten amenazados sus intereses, día con día siguen utilizando todos los medios a su alcance, la activación de los porros en la Universidad Nacional Autónoma de México, el tema del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el grupo financiero Black Rock son movimientos orquestados por elementos con muy negras intenciones, para sembrar la duda en la ciudadanía que abriga la esperanza de un cambio en todos los aspectos de las actividades y la vida de las familias a lo largo y ancho del país. No obstante, se respira un ambiente de optimismo, a sabiendas que las cosas se pueden lograr siempre y cuando, haya una participación ciudadana y de apoyo efectivo a los planes y tareas de la nueva administración.
Al presidente electo, licenciado Andrés Manuel López Obrador, se le ha venido criticando por llevar a cabo sus giras de trabajo y agradecimiento a la ciudadanía, puesto que ya no es candidato, sin embargo, no todos ven con malos ojos ésta actitud porque muestra su interés de predicar con el ejemplo y estar cerca de la gente, aunque es cierto, también representa un riesgo para su seguridad, el régimen esta vivo y es preciso cuidar la figura presidencial, tiene que ceñirse primero la banda presidencial y para lograrlo, tiene que tomar las precauciones necesarias, ya no falta mucho tiempo para que tome el poder y entonces sí, iniciar las acciones que paulatinamente lo lleven a reflejar los cambios que el país requiere en todos los aspectos económicos, políticos y sociales.
A los ciudadanos que emitieron 30 millones de votos, corresponde seguir apoyando el triunfo porque las tareas apenas empiezan, una vez que se tome el poder se tendrá que ser solidario en los planes y objetivos del nuevo gobierno, para avanzar en todos los rubros de las actividades productivas del país, campo, industrias, servicios y en fin, todo aquello que involucra a la sociedad en su conjunto