Luis Ortiz
La explanada del Asta Bandera, en el bulevar Manuel Ávila Camacho, dejó de ser un punto de paso para convertirse en un escenario de memoria activa. Madres y familiares de personas desaparecidas del colectivo Justicia y Dignidad Veracruz montaron el Árbol de la Ausencia, una intervención simbólica con la que buscan mantener vigente una exigencia que, aseguran, no ha sido atendida: verdad y justicia.
La estructura fue decorada con más de 60 esferas que portan imágenes de personas cuyo paradero aún se desconoce. Para las integrantes del colectivo, cada rostro es un recordatorio de que las cifras oficiales no reflejan el dolor ni las historias que permanecen abiertas. Lidia Lara, vocera del grupo, explicó que la intención es confrontar la indiferencia y evitar que los casos se diluyan en expedientes archivados.
Como parte de las actividades, se anunció una vigilia nocturna en honor a 210 personas desaparecidas, a quienes las familias continúan buscando de manera incansable. Aunque durante el año se logró la localización e identificación de dos personas, las buscadoras señalaron que los avances son insuficientes, pues los procesos forenses y administrativos continúan avanzando a paso lento.
El espacio también fue cubierto con lonas que exhiben fichas de búsqueda desde el año 2007, lo que evidencia la prolongación de una crisis que se ha sostenido durante casi veinte años. En medio del acto, las familias compartieron mensajes de apoyo mutuo y resistencia, subrayando que la búsqueda no se detiene y que la ausencia sigue siendo una herida abierta para quienes esperan volver a encontrar a sus seres queridos, con vida o no.













