Luis Ortiz
Con el traslado exitoso de vehículos Hyundai hacia Estados Unidos, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) concretó su primera operación logística, posicionándose como una nueva opción estratégica para el comercio internacional y una posible alternativa al Canal de Panamá.
En esta prueba piloto, los automóviles arribaron al puerto de Salina Cruz, Oaxaca, desde donde fueron transportados por ferrocarril hasta Coatzacoalcos, Veracruz, para finalmente ser embarcados hacia su destino. El proceso completo tomó aproximadamente una semana, lo que representa una ventaja considerable frente a los 12 días que toma un cruce similar a través del canal panameño.
“La operación demostró que hay capacidad logística para hacer del corredor una ruta viable. Ahora dependerá del análisis de costos y tiempos para evaluar su conveniencia comercial”, afirmó Marco Antonio Sansores Ramírez, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales del Puerto de Veracruz.
A pesar del éxito de esta primera operación, uno de los principales desafíos del CIIT es la modernización de la infraestructura portuaria. Aunque el puerto de Veracruz cuenta con equipamiento de última generación, los de Salina Cruz y Coatzacoalcos aún requieren mejoras significativas para manejar grandes volúmenes de carga con eficiencia.
Actualmente se han iniciado procesos de inversión y licitación para adecuar estos puertos a las exigencias del comercio internacional, especialmente en el manejo de automóviles, que demanda equipamiento distinto al utilizado para contenedores convencionales.
“El gobierno y las navieras están en contacto con compañías interesadas en utilizar esta nueva ruta. Es solo el comienzo, pero el potencial es enorme”, destacó Sansores Ramírez, quien confió en que esta experiencia podría incentivar la participación de más empresas en el corredor.
Más allá de fungir como un desahogo frente al saturado Canal de Panamá, el proyecto busca consolidarse como un eje de conectividad que fortalezca la posición de México en el comercio global. Reducir tiempos, optimizar costos y garantizar eficiencia serán claves para lograrlo.
“El corredor ha demostrado que es una opción viable. Ahora toca evaluar su sostenibilidad y crecimiento a gran escala. Si se logran optimizar los costos logísticos, podría convertirse en un punto clave para la conectividad comercial en el continente”, concluyó Sansores Ramírez.
Con esta primera operación completada, el CIIT abre una nueva etapa que podría transformar la logística regional y abrir oportunidades para atraer inversiones, impulsar el desarrollo del sureste mexicano y consolidar al país como un nodo clave del comercio interoceánico.