Armando Pereda Maldonado
Difundir la astronomía como una ciencia con la cual la gente interactúa en todo momento, es el objetivo principal que tiene el Planetario Rodríguez Neri Vela, ubicado dentro del Palacio de Hierro, en el Pueblo Mágico en Orizaba, Veracruz.
Este espacio fue nombrado en honor del primer astronauta mexicano: Rodolfo Neri Vela, originario de Chilpancingo, Guerrero, quien en 2012 visitó el museo para reinaugurarlo y dar una pequeña conferencia.
Así lo informó en entrevista con Notimex el guía de turistas Giuseppe Rodríguez Carmona, dentro de este lugar, que tiene un acceso gratuito, abierto de lunes a domingo de las 9:00 a las 19:00 horas.
En este planetario el público aprende quién fue Rodolfo Neri Vela, quien además fue el primer hombre “en comer tortillas en el espacio, aunque cuando regresó lo regañaron, porque estaba prohibido”.
La gente que acuda a este punto de reunión, podrá ver la fotografía de Vela con su firma y en la otra pared una representación de todos los planetas del Sistema Solar, al igual que la estación espacial internacional.
También se muestra el cohete “Saturno V”, el cual llevó a los astronautas estadunidenses a la Luna; contaba con tres fases y en cada una de ellas se iba propulsando cada vez más para salir de la atmósfera.
Atrás se encuentra una línea del tiempo, en donde los presentes pueden aprender sobre la carrera espacial entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética, “al final gana la Unión Americana por llegar a la Luna, aunque algunos dicen que sólo es un montaje”.
En la otra esquina se tiene una representación de lo que se conoce como el “Mar de la tranquilidad”, que está basada en lo que vio el astronauta estadunidense Neil Armstrong, cuando bajó del módulo lunar “Eagle”.
Armstrong, quien fue el primer hombre en pisar la Luna, dijo que debido a la distancia entre el Sol, la Tierra y la Luna, se podía apreciar la atmósfera en un tono azulado.
Al no haber ruido en el espacio, ni aire, había una paz absoluta, por lo que él le recordó cuando las personas se van a ir a vivir al mar, entonces él bautizó esta zona como «el mar de la tranquilidad».
En esta representación, que es una maqueta, también se puede observar el Carro Lunar Rover (Lunar Roving Vehicle), hecho por la marca Chrysler, que se desplazaba en la superficie lunar.
Con este vehículo “los americanos dejaron su bandera y pusieron unos reflectores especiales, que lanzan señales de rayos láser tan rápido que nos dicen cada cuánto se van distanciando la Tierra de la Luna”, explicó Rodríguez.
A todos los que asisten a este planetario se les informa de la importancia de Rodolfo Neri Vela, quien además fue el primer representante latinoamericano en una misión de la NASA en 1985, a bordo del transbordador Atlantis.
Cabe mencionar que él nació el 19 de febrero de 1952, estudió Ingeniería en comunicación y electrónica en la UNAM e hizo su Maestría en Sistemas de Telecomunicaciones en la Universidad de Essex y su Doctorado en la Universidad de Birmingham, ambas en Inglaterra.
Para realizar estos estudios, obtuvo becas del Conacyt de México y del Consejo Británico, para la citada misión se colocaron tres satélites de comunicaciones en órbita, siendo uno de ellos el satélite mexicano Morelos II.
Después de esto, en 1989 y 1990 colaboró con la Agencia Espacial Europea en el proyecto de la Estación Espacial Internacional.
Por sus diversas experiencias como astronauta, escritor, conferencista, profesor e ingeniero es por lo que se le rinde homenaje en este lugar en el que se subraya que es uno de los mejores divulgadores científicos del país.
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