Luis Ortiz
El estímulo fiscal al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) permitirá que en los próximos meses no haya un aumento abrupto en el precio de la gasolina en México. El contador Ramón Ortega Díaz explicó que el gobierno federal ha retomado esta medida como un escudo ante factores económicos internacionales.
“El estímulo fiscal del IEPS es dejar de cobrar estos siete pesos de impuestos. Es una situación compleja porque el gobierno federal deja de recaudar este dinero, pero es necesario para evitar un impacto inflacionario mayor”, señaló.
Este beneficio fiscal implica que el gobierno deje de cobrar siete pesos del IEPS por litro de gasolina, lo que ayuda a mitigar el efecto de los altos precios internacionales del petróleo, que han superado los 80 dólares por barril. Sin esta medida, advirtió Ortega Díaz, el costo del combustible podría alcanzar los 27 o 28 pesos por litro.
A pesar de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó una inflación anual del 4.21 por ciento al cierre de 2024, el especialista subrayó que los alimentos han registrado aumentos significativos, con incrementos de entre 12 y 20 por ciento.
“La ama de casa sabe que no fue un 4 por ciento de incremento; los precios en el supermercado cuentan otra historia”, afirmó.
Ortega Díaz anticipó que el primer trimestre de 2025 será complicado debido a factores como los precios de los energéticos, las condiciones climáticas y el impacto del invierno en Estados Unidos, que influyen en los costos de ciertos productos y servicios.
También advirtió sobre el riesgo de una depreciación del peso frente al dólar. Con la toma de posesión de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos, el mercado especula que el tipo de cambio podría oscilar entre los 21 y 22 pesos por dólar, aunque algunos analistas prevén una cifra aún mayor.
“No esperamos una depreciación tan severa, pero las decisiones arancelarias que tome el gobierno estadounidense serán clave para el comportamiento del peso”, explicó.
Aunque el Banco de México ha alertado sobre un posible impacto inflacionario por la depreciación del peso, Ortega Díaz consideró que este efecto no será inmediato, pues dependerá de factores geopolíticos y económicos que aún están en desarrollo.